Este es, sin duda, el punto en el que la normativa española está más lejos de los edificios pasivos. La hermeticidad y la permeabilidad al aire miden lo estanco que es un edificio al aire. Lo que nos interesa en una casa eficiente es que el aire que entra y sale esté controlado por nosotros, como comentábamos en el anterior punto sobre ventilación. Si cuando hacemos una casa no tenemos cuidado con la permeabilidad de los cerramientos, podemos aumentar la demanda de calefacción o refrigeración hasta un 30%.
Vivienda por normativa: Seguro que en las próximas actualizaciones del DB HE este punto mejorará, pero en 2022 la exigencia en permeabilidad es ridícula, marcando límites de 9 o 27 m3/h·m2 según la zona en la que estemos de España. El capítulo de “permeabilidad al aire de la envolvente térmica” no ocupa ni siquiera una hoja entera y, en general, nos dice que “cuidemos los encuentros”.
Vivienda de alta eficiencia energética: Aquí es donde toca ponerse serios y estudiar cada punto de la casa con cuidado. Si queremos llegar, por ejemplo, a un nivel Passivhaus, la permeabilidad al aire máxima permitida es de 0,6 m3/h·m2, 15 veces más exigente que la normativa española. Vamos a necesitar ventanas estancas (clase 4) colocadas con cinta precomprimida, puertas exteriores estancas (clase 4), evitar chimeneas (para la cocina se suelen colocar extractores con filtros de carbono) y, por supuesto, sellar correctamente cualquier hueco a exterior.
LOS ENSAYOS
En la construcción es muy complicado controlar en el momento de la ejecución la calidad de todos los trabajos, tanto arquitectos como aparejadores, no podemos estar todo el día en la obra viendo qué hace cada trabajador. Es por esta razón que son muy importantes los ensayos de calidad. Por ejemplo, en las estructuras se sacan probetas de hormigón para ver su resistencia o se realiza un ensayo de líquidos penetrantes en las soldaduras para detectar imperfecciones. También es habitual ensayar el funcionamiento de la fontanería o del saneamiento. Pero no hay ninguna costumbre de ensayar y probar los cerramientos de una casa. ¿Está mi casa bien aislada? ¿Es mi casa lo suficientemente estanca? ¿Pierde mi casa temperatura por algún punto?
Vivienda por normativa: Si con la permeabilidad al aire comentábamos que había mucha diferencia con lo que realmente debería exigirse para hacer viviendas eficientes energéticamente, con los ensayos ya no hay comparativa. Literalmente, no hay comparativa. La normativa española no exige hacer ningún tipo de ensayo relativo a la eficiencia de una vivienda. Lo que quiere decir que no es necesario demostrar que cumples nada de lo que exigen. Esto, por desgracia, supone que se sigan construyendo viviendas por debajo de los estándares marcados en la ley. El proyecto cumplirá, pero la realidad de lo construido puede diferir, eso es lo que permite la ausencia de ensayos.
Vivienda de alta eficiencia energética: Aquí la situación es muy sencilla. Si queremos obtener alguno de los múltiples certificados de eficiencia energética que existen hoy en día nos van a obligar a realizar una serie de ensayos y a obtener unos resultados dentro de unos máximos o mínimos en cada caso. El test más conocido es el blower door que comprueba la estanqueidad de la casa. También podemos optar por hacer termografías para comprobar que no existen puentes térmicos en la envolvente.
OTROS PUNTOS:
Los cuatro puntos de los que hemos hablado son, en nuestra opinión, los que marcan verdaderamente la diferencia entre una casa que cumple la normativa a mínimos de una casa pasiva o de muy alta eficiencia energética, pero hay otros puntos que también son importantes y no se deben pasar por alto.
LOS PUENTES TÉRMICOS: Son el punto débil de muchísimas casas que quisieron ser eficientes, pero no lo lograron. Debemos evitarlos por completo, dentro de los posible, lo que nos llevará en casi la totalidad de los casos a colocar un SATE para aislar nuestra casa.
LA CLIMATIZACIÓN: Juega un papel extremadamente importante en la eficiencia energética de nuestra casa y, por supuesto, debemos buscar sistemas de climatización con muy buenos rendimientos, es decir, generar la misma potencia calorífica o frigorífica consumiendo menos recursos. No hemos puesto este punto entre los principales porque el mercado avanza más rápido que la propia normativa y cualquier caldera, aerotermia o incluso aire acondicionado actual, es mucho más eficiente que el modelo de hace unos pocos años.
LA ENERGÍA RENOVABLE: El CTE ya obliga desde hace años a que una parte del ACS (agua caliente sanitaria) de todos los edificios se caliente con energía renovable. Es un paso en el buen camino, pero, para nosotros y otros muchos, es insuficiente. Para tener una casa de consumo casi nulo vas a necesitar algún tipo de generación renovable, siendo las placas solares fotovoltaicas el más común.
CONCLUSIÓN:
El código de la edificación en España ha mejorado notablemente en los últimos tiempos. Los años en los que las casas se podían hacer sin aislamiento, con ventanas por las que se colaba el aire o incluso sin climatización ya quedaron atrás. Es fácil ver que vamos en el buen camino, pero aún hay mucho margen de mejora. Quien construya buscando tan solo el beneficio va a exprimir la normativa al máximo para poder tener el menor gasto posible, salga la casa que salga.
Si lo que buscas es una casa de alta eficiencia energética con un consumo casi nulo es importante contar con el profesional adecuado, que sepa distinguir cuándo las exigencias de la normativa son suficientes y cuándo hay que ir uno o varios pasos más allá.
Fuente: Arrevol